"Además del récord, se recordará la época"
Los barcelonistas se felicitan por haber superado la marca del Madrid al tiempo que proclaman una vez más a Messi como el futbolista más determinante del equipo
Gol a gol. Victoria a victoria. El Barcelona construye su propia leyenda. Lo hizo ayer en el Camp Nou al superar con sus 16 victorias seguidas en la Liga el récord que estableció otro equipo legendario. Aquel fue el Madrid de Di Stéfano y Puskas de la temporada 1960-1961, que ganó 15 encuentros consecutivos. Este es el Barcelona de Messi y Guardiola. "Cuando pase el tiempo, no solo se recordará el récord, sino también la época", manifestó con orgullo el director deportivo azulgrana, Andoni Zubizarreta.
"Ser 'pichichi' es lo que menos me preocupa", advierte el argentino
Busquets también tiene su hito: 22 triunfos sucesivos en el campeonato
El Madrid de La Saeta Rubia firmó 56 goles a favor por ocho en contra. Tras 16 encuentros, el Barça cuenta 60 redes por solo seis goles encajados. "No somos conscientes de lo que estamos haciendo. Nos enteraremos con el tiempo, cuando lo hablemos con nuestros hijos y nos demos cuenta de lo grande que hemos sido", argumentó Alves. "Pero este récord nos hace mucha ilusión", dijo Xavi. "Es un orgullo superar la marca del Madrid de Di Stéfano. Hay que disfrutar de eso", analizó Messi. "El secreto es el trabajo", sugirió Abidal. Por lo que Iniesta reivindicó: "Es una marca muy bonita y tenemos que valorarla porque cada victoria cuesta mucho". Así lo entendió Busquets: "Levante, Villarreal... No sé..., hay muchos encuentros en los que hemos sudado". Aunque Xavi, siempre racional, aclaró: "Pero nuestro objetivo es ganar títulos y vamos por el buen camino". Sobre todo, si La Pulga sigue así.
Resulta que Leo acumula 24 goles en 22 partidos ligueros, pichichi del campeonato a expensas de que se pronuncie hoy Cristiano Ronaldo, con dos menos. "Ser pichichi es lo que menos me preocupa. Hay que seguir con esta racha", respondió el 10. En toda la temporada, Messi suma 40 goles en 38 partidos. Está a tan solo siete tantos del récord que logró el curso anterior y que comparte con Ronaldo. "Es el número uno. Este chico no tiene freno", le elogió Xavi. "Un fenómeno", amplió Pedro. "Un fuera de serie que no deja de sorprendernos", apostilló Iniesta.
Messi, que firmó el cuarto triplete de esta temporada (uno al Sevilla en la vuelta de la Supercopa, otro en la Liga al Almería y uno más al Betis en la Copa), no se sacia con facilidad. Frente al Atlético perdonó el gol a los pocos minutos de arrancar el partido, superado ya De Gea y con un par de rivales rendidos a sus pies. Pero se reconcilió consigo mismo al hacer el primero. Volvió a desafinar en un disparo cruzado. Y volvió a resarcirse con el segundo. Y remató la faena con un tercero, por si las moscas.
Es peligroso enfadar al 10, tan genial como solidario, capaz de recorrerse medio campo en dirección opuesta a la habitual para rebañar un balón al Kun en el pico del área grande. "Está implicado y esa jugada demuestra que no solo es un goleador, sino que aporta mucho más al equipo", convino Busquets, que también firmó un registro personal: nunca antes un jugador había encadenado 22 victorias consecutivas en el campeonato. "Es una marca individual que es del equipo porque, si yo gano, el equipo gana".
Messi dirige a un Barça histórico. Y de paso, de tantos tripletes, acumula balones en su casa. "Sí, tengo alguna pelota... Pero lo importante es la victoria", concluyó. La 16ª seguida.[img][/img]